

El anacardo contiene valiosos minerales. El cobre y el magnesio se hallan en abundancia en el anacardo. El cobre participa en la formación de los glóbulos rojos, en el mantenimiento de las estructuras de los vasos sanguíneos, los nervios, los huesos, el cabello y la piel, en la producción de energía a partir de los nutrientes, y sobre todo en el funcionamiento del sistema inmunitario. En cuanto al magnesio, un mineral esencial para los sistemas nervioso y músculo-esquelético, un puñado de anacardos cubre hasta el 26% de las necesidades diarias. Además, contiene proporciones significativas de hierro (el 9% de las necesidades diarias en una ración de 30 g), zinc (20%), fósforo (20%) y selenio (10%). El hierro es esencial para el transporte del oxígeno a todas las células.
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Ingredientes: Anacardo ligeramente tostado y salado
Características: Anacardos sin cáscara, repelados y tostados, del árbol tropical Anacardium occidentale L. Fruto seco de forma arriñonada que contiene esta semilla, el anacardo comestible, de color blanco o marfil. También es denominado marañón, cojote, manzana de acajú, merey o ciruela dorada. Curiosamente, un monje y naturalista francés, André Thevet, fue quien le dio el nombre popular, por su forma de corazón invertido ('ana'= hacia arriba, 'cardium'= corazón).
El anacardo contiene valiosos minerales. El cobre y el magnesio se hallan en abundancia en el anacardo. El cobre participa en la formación de los glóbulos rojos, en el mantenimiento de las estructuras de los vasos sanguíneos, los nervios, los huesos, el cabello y la piel, en la producción de energía a partir de los nutrientes, y sobre todo en el funcionamiento del sistema inmunitario. En cuanto al magnesio, un mineral esencial para los sistemas nervioso y músculo-esquelético, un puñado de anacardos cubre hasta el 26% de las necesidades diarias. Además, contiene proporciones significativas de hierro (el 9% de las necesidades diarias en una ración de 30 g), zinc (20%), fósforo (20%) y selenio (10%). El hierro es esencial para el transporte del oxígeno a todas las células, mientras que el zinc y el selenio colaboran con las defensas en la eliminación de virus, bacterias patógenas, radicales libres y células precancerígenas. Los anacardos aportan proteínas de calidad, y lo más interesante es que los aminoácidos se hallan en las proporciones ideales para su asimilación, como en el caso de las proteínas de origen animal o de la soja. Así favorecen la perfecta regeneración de los tejidos y el desarrollo de los procesos fisiológicos. Además destaca la proporción de triptófano, que en el anacardo es más alta que en cualquier otro alimento: en 30 g hay 72 mg de triptófano. Ayudan a controlar el colesterol y los triglicéridos, lo que se disminuye el riesgo de sufrir trastornos cardiacos. Su contenido en magnesio, fortalece los huesos y, mediante un mecanismo de equilibrio con el calcio, contribuye a la relajación y el buen estado del sistema nervioso y de los músculos. Su aporte de triptófano, precursor de la síntesis de serotonina, es un neurotransmisor que se asocia con la sensación de bienestar, tranquilizador, controlador de la ansiedad e inductor del sueño.
Tip: La ración recomendada de anacardos es de unos 30 g, que se corresponden con unas 18-20 semillas. Esta cantidad aporta 172 calorías, 14 g de grasa, 4,6 g de proteínas, casi 10 g de hidratos de carbono y 1 g de fibra. El contenido graso de los frutos secos es aconsejable y muy saludable, si se consumen en cantidades adecuadas. El anacardo destaca como uno de los más beneficiosos, debido a su perfil nutritivo.
Alérgenos: Puede contener cacahuetes, frutos con cáscara o trazas de otros alimentos, por contaminación cruzada.
Conservación: Proteger de la luz solar y en un lugar fresco y seco. Se aconseja mantener en un recipiente de cristal y hermético.
+info: Después de recogerlos, los anacardos se cuecen al vapor para neutralizar los compuestos irritantes que se encuentran en las cáscaras. Se pueden consumir crudos o freírlos ligeramente para obtener un resultado más crujiente, sabroso y apetecible. También se consumen garrapiñados o recubiertos de chocolate.
Son esenciales en la cocina oriental y muy apreciados en los países de donde son originarios (Brasil, América Central, India, África...) Cada vez se utilizan más en las cocinas vegana, internacional y de vanguardia. Enriquecen recetas de arroces, cuscús, bulgur ... Salteados resultan deliciosos. Combinan con ensaladas. Bien picados dan consistencia y textura a croquetas. También se puede usar como base de salsas o elaborar mantequilla de anacardos, de sabor dulce y muy cremosa.
Su delicado sabor, muy particular, y su textura melosa los hace muy diferentes a otros frutos secos, especialmente cuando se cocinan. Tienen una gran afinidad con especias como la pimienta o el cardamomo y con otros ingredientes como el coco o el jengibre. (fuente: proveedor / cuerpomente.com / wikipedia.org)
Información nutricional (por 100 g de producto):
Valor energético: 615 kcal / 2547 kJ
Grasas: 50 g (de las cuales saturadas 8,9 g)
Proteínas: 21 g
Hidrats de carbono: 17 g (de los cuales azúcares 6.6 g)
Fibra alimentaria: 5.3 g
Sal: 0.41 g