

La harina de maíz ayuda a mantener bajo el nivel de colesterol. Puede consumirse de la más diversas maneras en recetas dulces, saladas, postres o platos principales. Harina ideal para arepas, bollos, tortillas, tacos, quesadillas, empanadas, tamales, foufou ... Otra posibilidad es añadirla a la dieta consumiendo pequeñas porciones de harina de maíz en forma de cereales, durante el desayuno.
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Ingredientes: Harina de maíz.
Características: La harina de maíz ayuda a mantener bajo el nivel de colesterol. Al no tener purinas, es un alimento que pueden tomar sin problemas las personas que tengan alto el ácido úrico y ayuda a evitar ataques en pacientes de gota. Puede consumirse de las más diversas maneras en recetas dulces, saladas, postres o platos principales. Harina ideal para arepas, bollos, tortillas, tacos, quesadillas, empanadas, tamales, foufou ... Otra posibilidad es añadirla a la dieta consumiendo pequeñas porciones de harina de maíz en forma de cereales, durante el desayuno.
Tip: Contribuye a mejorar el tránsito intestinal y metaboliza las grasas de forma rápida.
Alérgenos: Sin gluten. Posibles trazas de gluten y de otros alimentos, por contaminación cruzada.
Conservación: Proteger de la luz solar y en un lugar fresco y seco. Preferentemente, consumir antes de 18 meses, desde su fecha de envasado.
+info: La harina de maíz tiene las mismas propiedades que el grano entero. Su contenido en grasas e hidratos de carbono es alto, así como en vitaminas (sobre todo B, A y C) y minerales (principalmente fósforo, potasio, magnesio, zinc, hierro y calcio). El origen de la harina de maíz se encuentra en el período prehispánico, en los pueblos indígenas de América, que cultivaron y procesaron este cereal. Justamente, en Iberoamérica es un ingrediente culinario fundamental. (fuente: proveedor / wikipedia.org)
Información nutricional (por 100 g de producto):
Valor energético: 342 kcal
Hidratos de carbono: 40,50 g
Proteínas: 8,40 g
Grasas: 2,81 g